Estadísticas recientes han demostrado que un elevado tanto por ciento de hombres y mujeres no están plenamente satisfechos con su vida de pareja. Esto se debe en gran medida a problemas sexuales o de comunicación. Los trastornos pueden aparecer en cualquier etapa de la relación amorosa y tienen que ver con el deseo, la excitación o el propio orgasmo y la dificultad de eyacular.

Las causas se deben tanto a factores de índole físico como psicológico. Entre estos últimos se encuentran la culpa, la ansiedad o el estrés, fruto de nuestro ritmo de vida, incluso problemas relacionados con la pareja misma y su incapacidad para establecer una relación fluida y de confianza plena. En cuanto a las causas físicas mencionar algunas de las más comunes como el envejecimiento, el consumo de estimulantes o antidepresivos, o la menopausia. Los especialistas aconsejan acudir cuanto antes a la consulta y someterse a una terapia de pareja para confrontar las diferencias y recuperar la plenitud de la vida amorosa. 

Los campos de actuación están íntimamente relacionados con los problemas sexuales mencionados más arriba. Los trastornos que tienen que ver con la ausencia de deseo o un rechazo al contacto físico. Los que atañen a la excitación sexual, la frigidez o disfunción eréctil en los hombres, que puede deberse también a causas de riego sanguíneo o a una lubricación insuficiente del sexo femenino. Por último mencionar aquéllos estrechamente vinculados con el orgasmo o los dolores provocados por el acto sexual, lo que se conoce como dispareunia o vaginismo. 

La terapia de pareja busca resolver estos problemas tanto a nivel afectivo como cognitivo, procurando mejorar la comunicación entre los cónyuges. No hay que olvidar que una buena relación amorosa se basa en la confianza mutua.