¿Sabías que 8 de cada 10 personas no se sienten a gusto con su imagen corporal? Y lo peor de todo es que esta cifra ha ido en aumento en los últimos años.
Este es un problema que cada vez se trata más en las consultas de los psicólogos. Y es que una preocupación excesiva por nuestro aspecto físico podría derivar en que nuestra mente desarrolle ciertas patologías relacionadas con la imagen y la autoestima.
Uno de los más habituales es el Trastorno Dismórfico Corporal (de ahora en adelante TDC).
El TDC es un trastorno mental que afecta al individuo de tal manera que tiene pensamientos recurrentes en base a uno a varios defectos que él percibe en su cuerpo. Este defecto podría no ser perceptible o menor para las personas del entorno.
Una persona que padezca de Trastorno Dismórfico Corporal se obsesionará intensamente sobre su imagen corporal y apariencia. Es posible pase mucho tiempo mirándose al espejo, y lo haga de forma recurrente a lo largo del día. Es posible que, mientras se asea consiga algo de seguridad.
También es habitual que estas personas utilicen muchos procesos estéticos para conseguir arreglar ese defecto del que tan sólo ellas serán conscientes. Una vez que lo hagan, sentirán una satisfacción momentánea, pero no tardará mucho tiempo en convertirse en ansiedad y es posible que se vuelva para intentar arreglarlo de nuevo.
Estos son algunos de los síntomas más habituales del TDC:
Un afectado con Trastorno Dismórfico Corporalpuede obsesionarse con diferentes partes de su cuerpo. Ese defecto en el que se enfoca podría variar a medida que pase el tiempo. Las características más habituales son nariz, rostro, cutis, acné, cabello, piel, tamaño de los senos, peso, y un largo etcétera.
Estas preocupaciones causan sensación de ansiedad que podrían llegar a afectar negativamente a la vida social, a la escuela, al trabajo, así como a otras áreas. Estas personas suelen evitar las situaciones sociales, y esto podría llegar a derivar en el aislamiento.
Si tienes algunos de estos síntomas o signos, es el momento de ponerse en manos de un buen profesional. No es común que el TDC pueda mejorar por si mismo sin ponerte algún remedio… es más, puede que derive en otros trastornos más graves, como ansiedad o depresión, incluso hasta derivar en tendencias suicidas.
Hay algunos tratamientos que puede elegir el psicólogo:
Ante cualquier duda acudiremos a un buen psicólogo.