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La mitomanía, también conocida como pseudología fantástica o mentira patológica, es un trastorno psicológico que consiste en una conducta reiterativa del acto de mentir.
A continuación, explicaremos en profundidad la mitomanía y su significado, sus causas, cómo podemos identificar a un mitómano y, finalmente, los principales síntomas y tratamientos.
Aunque es un concepto poco estudiado, en realidad, la mitomanía es una enfermedad que se describió por primera vez en la literatura médica hace más de 100 años como la conducta repetitiva del acto de mentir que distorsiona la realidad con la finalidad de obtener admiración, evitar un castigo o justificar un incumplimiento.
La frecuencia de cada mentira depende del escenario en el que nos situemos. Cada día, el ser humano dice un promedio de 1,65 mentiras. Sin embargo, la mayoría son mentiras blancas y, por tanto, son ocasionales y consideradas inofensivas.
No obstante, la mitomanía se presenta para obtener la admiración que el individuo necesita. De esta forma, consigue llamar la atención y obtiene una sensación de recompensa. El problema es que normalmente esta conducta se descubre y el entorno cercano se siente engañado, por lo que dejan de prestar atención al paciente e incluso llegan a aislarlo.
El sexo no suele ser un factor relevante y puede afectar tanto a adultos como a niños. Normalmente, muchos casos ya presentan un cuadro psicológico de anomalías en el sistema nervioso.
Sin embargo, para entender realmente qué es la mitomanía, debemos analizar sus causas.
La mitomanía patológica se produce porque se activa el modo supervivencia cuando la región primitiva del cerebro es accionada por el miedo de sufrir castigos o consecuencias debido a las acciones realizadas. Sin embargo, esta conducta, si se vuelve compulsiva, genera el hábito de trabajar el cerebro de una forma inadecuada, creando un ciclo vicioso debido a la sensación de recompensa.
Otros estudios, sin embargo, lo atribuyen a otras causas psicológicas, como la falta de atención o el abuso en la infancia. De esta forma, la mentira suplanta carencia de atención por las figuras de apego.
Generalmente, hablan de experiencias o logros en los que parecen heroicos o victoriosos o de historias donde son las víctimas, en busca de simpatía. Estas historias suelen ser elaboradas, llenas de detalles y presentan diferentes versiones.
Algunos casos provienen del trastorno de personalidad antisocial. También es frecuente en personas con dependencia de sustancias.
Los síntomas de la mitomanía suelen ser todos o combinaciones de los siguientes:
Una persona mitómana no es capaz de reconocer su problema, por lo que será necesario reeducar la percepción de la realidad del paciente con intervención psicológica.
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