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Los síntomas paranoicos pueden existir en personas con enfermedades mentales muy diferentes. Más que una enfermedad se trata de un trastorno de personalidad. Suele estar presente en que sufren un trastorno paranoico de la personalidad. También existen en trastornos paranoides delirantes que se producen, por ejemplo, en una persona esquizofrénica o por la acción de drogas psicoactivas.
En ocasiones la paranoia es relativamente crónica o se produce en personas deprimidas.
Los signos paranoicos son muy intensos en las personas en crisis, tengan o no una personalidad paranoide. Y el principal síntoma consiste en delirios, en los que el sujeto en interpreta la realidad de una manera distorsionada, siendo las ideas más frecuentes de persecución, de conspiración, de celos, de amenaza
Las ideas paranoicas pueden dificultar la vida de la persona que las sufre y de su entorno, por lo que es muy importante que sea tratada por psicologos especializados.
La paranoia, a veces, no se basa en nada concreto, o, en otras ocasiones, puede tener como desencadenante una idea de partida. Por ejemplo, un hombre al que su esposa le ha engañado puede, a partir de ahí, desarrollar un delirio. Pero también puede suceder que se produzcan otros delirios sin ningún suceso desencadenante. En este caso la patología tiene su base en la propia psique interna del paciente.
La persona que sufre este tipo de trastorno puede acusar constantemente a los demás e, incluso, puede llegar a ser violente, con palabras o hechos, entendiendo que con ello se protege a sí misma. En otras ocasiones, el paciente puede dirigir la agresividad hacía sí mismo e intentar suicidarse.
Desde el momento que se observan los primeros signos de la paranoia es imprescindible acudir a psicologos, con el fin de que apliquen la terapia y tratamiento adecuado para minorar los síntomas y efectos del trastorno.